EL VIAJERO DEL AUTO RÁPIDO

Este trabajo estuvo guardado algún tiempo, pero hoy he decidido que vea la luz. La foto que lo acompaña es de una playa de Cuba y el tema es de Ismael Serrano (La Mujer más Vieja del Mundo).

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en un auto arreglado para correr
a altas velocidades,
te alejarás de los malos recuerdos
de tu ciudad natal,
ya tendrás muchos años
y cosas para recordar y contar,
los niños ya no lo serán hace tiempo
y el hijo de algún amigo
ya milita en un partido político
de la izquierda extraparlamentaria
(o quizá sea uno de los tuyos
el que tomó ese camino)

en un auto arreglado para correr
morderás el polvo y el asfalto del camino,
las estrellas serán tu techo
(como en los tiempos de Bob Dylan)
y una cajita de música, sin bailarina,
te hará dormir placidamente;
al despertar verás correr al boxeador frustrado
y al amante trasnochador...
seguirás encontrando tus libros a la venta
en las librerías de viejos
(como en aquel primer domingo de marzo de 2006
cuando caminabas con tu novia eterna)

en un auto arreglado para correr
llegarás al cenit y volverás al amanecer
y verás como el sol persigue a la luna
para copularla y generar estrellas
en un acto que viene a tu memoria
cuando empuñas tu mano jugando en solitario
(sueles solicitar los servicios de una dama
sólo cuando hay dinero como para ello),
en la soledad nace la necesidad
y en la necesidad se agolpan los recuerdos y los deseos
y los recuerdos y los deseos son fantasmas
que te perseguirán donde vayas

en un auto arreglado para correr
como quien llegará atrasado a la vida
y quisiera ponerse al día bruscamente,
te lamerás las heridas como los perros
y comerás pasto ante el dolor de estómago
(los perros de la calle no van al veterinario
por cuestión de principios y de dinero),
no recibirás ni un verso en herencia,
ninguna calle llevará tu nombre
(al igual que el innombrable)
y tu tumba sólo será el inodoro
de borrachos madrugadores y poetas insomnes