hay quien me ha dicho que mis poemas, más que poemas,
servirían como canciones,
pero más que canciones son poemas, poemas lagartijas,
porque no son del
agrado de tod@s y están profundamente conectados con la tierra,
pero también pueden ser poemas baratas
(porque cualquier día alguien los pisa y sólo se sentirá el crujir de la hoja que los
cobija
y el mundo seguirá igual, nada cambiará)…
mis poemas están alejados de las palabras y dedicatorias y
de las canciones de amor ,
están construidos con palabras simples y sencillas,
como quien dice buenos días, como quien dice buenas noches,
como quien dice hola;
mis poemas estrechan las manos que trabajan
por un mañana, por un
mundo nuevo y mejor, por un mundo que está por venir;
mis poemas son de las esquinas y los pasajes, no de las
avenidas…
mis poemas son fotografías escritas y son miradas del alma
mía en cada atardenochecer,
cuando la luz del día juega tímidamente con las sombras;
mis poemas son el contraste que provoca la tinta que se escurre
sobre la hoja en blanco;
mis poemas son la catarsis del muchacho del barrio;
mis palabras son las sales de plata que fijan en la retina
los paisajes de la vida diaria;
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