sábado, mayo 30, 2009

Warnken, NOSOTR@S NO MATAMOS A VÍCTOR JARA...




a Felipe, Norma, Juanita, Luchy, Abril, Marisol, Raúl, Jorge, Negro, Jaime, Toño y en ell@s a tod@s l@s demás:

En relación a la nota de Cristian Warnken y el tema del asesinato de Víctor Jara, a la que titula “Yo maté a Víctor Jara”, donde hace gala de su acostumbrada dialéctica, sólo puedo decir que Warnken SÍ puede decir que él mató a Víctor, porque nunca le ha dado el espacio que este se merece en sus bellezas, porque sus rebuscadas palabras no se acercan a la humildad y cercanía a lo popular que tenía el gran Jara, porque sus asépticos pies ni siquiera se acercarían a la tierra donde Luchín embarraba su potito, porque dista mucho del compromiso social que tenía el cantautor (ni hablar del político), intentó matarlo cuando lo nombró para justificar su voz en un tema del que no habría opinado si el asesino no hubiese aparecido en la portada de un par de diarios, él puede decir que sí lo mató cuando sorbió el café con galletitas o bebió de su agua mineral, junto a sus deslumbrantes invitados y pudiendo nombrarlo no lo hizo…

El SÍ puede decir que mató a Víctor Jara Martínez, así como mata a cada uno de los que en este país han hecho algo por la cultura y no han tenido un espacio en la negra cámara donde dicta cátedra con sus engalanada verborrea, desmenuzando conceptos e identidades que nuestras bellas personas, que reciben una educación de mierda per sécula seculorum, no pueden entender. Él SÍ mata a la cultura popular de la que Víctor proviene cuando no habla de la creación que luchó contra la dictadura, entregando la vida en pos de que él pudiese expresarse frente a ese fondo negro que no presagia futuro…

SÍ pues, él mata a Víctor desde el Olimpo manejado por las editoriales que lucran junto al Estado con el valor de los libros, lo mata desde el switch del director manejado por los hilos empresariales que aportan las menciones comerciales y del cual él no se atreve a rebelarse y decirle que hablemos de la belleza del pensar de verdad, ya que la plebe no entiende esa retórica que no le permite hablar en un lenguaje coloquial (lo que incluye decir una buena puteada de cuando en vez, y llamar a los asesinos por su nombre), sí, él mata a Víctor Jara cuando ojea libros que no podemos comprar y cuando ni siquiera piensa en bajar a compartir con nosotros tanta belleza de pensar…

Así como yo y él podemos asegurar que mata continuamente a Víctor Jara, también puedo asegurar que me consta que ustedes NO HAN MATADO A VÍCTOR, NI LO MATARÁN NUNCA, así como también puedo decir que YO TAMPOCO HE MATADO NI LO MATARÍA NUNCA, más aún: nuestra lucha permanente es por la justicia y el reconocimiento para Víctor y cada una de las víctimas de las dictaduras impuestas por los mercenarios al servicio de los Estados Cochinos en nuestra morena América, a los cuales pretende justificar cuando dice “El conscripto Paredes no mató a Víctor Jara: se mató a sí mismo, víctima de una historia -la del Chile de los 70- en la que se conjugaron errores y odios de izquierda y derecha. Porque tan causantes de la tragedia que vivimos fueron los mandos militares de entonces y una derecha que practicó un silencio cómplice ante los excesos, como también una izquierda vociferante y muchas veces irresponsable, sobreexcedida en sus incendiarios discursos.”…

Por lo tanto, puedo decir que en este aspecto, nosotr@s podemos dormir tranquil@s. No sé si este señor de la cultura podrá decir lo mismo…

Un Abrazo fraterno y un salud por la memoria que nunca muere…





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